La empresa de reciclaje de papel de origen sueco Holmen Paper será la primera empresa en el mundo que utilice agua contaminada regenerada para su producción. La fábrica ha llegado a un acuerdo con el Canal de Isabel II para utilizar el agua tratada de la depuradora sur de Madrid. “Primero pensamos nosotros en poner el tratamiento para transformar el agua, pero tras hacer pruebas decidimos llegar a un acuerdo con el Canal”, comenta el técnico de Producción y responsable de Tratamiento de Aguas Juan Ignacio Bravo Díaz. La fábrica está centrada en el reciclaje de papel de prensa y está situada en Fuenlabrada (Madrid).
Instalaciones Holmen Paper Fuenlabrada. Fotografía: María Santiago
Este sistema comenzará a aplicarse a partir del 1 de marzo de 2012. “Fabricaremos papel reciclado con el agua reciclada proveniente de una depuradora en vez de utilizar agua fresca”, dice Juan Ignacio Bravo. La iniciativa se ha puesto en marcha debido a que “el agua fresca y potable es algo muy escaso y muy caro, había que buscar otras vías más baratas y ecológicas para producir”, afirma el ingeniero de Proceso, Rubén Godoy de la Iglesia. “Tenemos la suerte de que los equipos ya estén ubicados en la depuradora, no en nuestras instalaciones, lo que ha supuesto un gran ahorro económico”, dice Rubén Godoy.
La medida se llevará a cabo mediante un lento proceso debido a los problemas que puede plantear en la maquinaria y con los productos utilizados para el tratamiento del papel. “Las principales dificultades que vamos a encontrar están relacionadas con la química, cómo reaccionan los productos químicos que usamos actualmente en la fábrica con el nuevo agua, habrá que hacer pruebas durante estos meses antes de ponerlo en práctica”, comenta Juan Ignacio Bravo.
Instalaciones Holmen Paper Fuenlabrada. Fotografía: María Santiago
Asimismo, Holmen Paper tiene varios proyectos abiertos para aprovechar los recursos e intentar producir la menor cantidad de sustancias contaminantes para no perjudicar más de lo debido, consiguiendo además un ahorro económico. Para ello cuentan con un programa de reaprovechamiento energético para reducir al máximo el consumo no sólo de energía, sino también de vapor y agua. “Usamos ciclos combinados de gas y utilizamos el vapor de los secadores para ahorrar agua”, afirma Juan Ignacio. “Son proyectos vivos que nos sirven para analizar e intentar ir reduciendo mes a mes los consumos”, dice Rubén Godoy.
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